La música está formada por vibraciones. Da lo mismo qué tipo de música sea. Esas vibraciones viajan por el espacio, creando un ambiente e indudablemente influyen en nosotros. Nos llegan y atraviesan cada una de las células de nuestro ser, haciéndolas vibrar también. Así todo nuestro cuerpo vibra sin darnos cuenta. Todos hemos experimentado diferentes sensaciones al escuchar música. Y no hablo de que la letra de una canción nos haga sentir cosas, que también, hablo de esa música sin letra que nos puede llegar a elevar el alma hasta lugares insospechados, hacernos reir, llorar, recordar…Entre todas ellas, Beethoven es fuerza, energía, vitalidad…
JMN